Un encuentro de la Liga Pampeana de Fútbol terminó en un escándalo de proporciones este fin de semana, cuando jugadores, cuerpos técnicos y espectadores de Sportivo Independiente y Ferro de Realicó protagonizaron una violenta batalla campal. El lamentable episodio dejó como saldo múltiples heridos y la imagen de un asistente del equipo visitante recibiendo reanimación cardiopulmonar (RCP) en pleno campo de juego antes de ser trasladado de urgencia al hospital.
El detonante de la gresca generalizada se produjo sobre el final del partido. Según testimonios recabados, en el minuto 95 de juego, con el tiempo de adición de diez minutos ya cumplido, Ferro de Realicó anotó un gol que desató la controversia. Inmediatamente después, a espaldas del árbitro, dos jugadores, uno de cada equipo, comenzaron a agredirse físicamente.
Lo que inició como una disputa individual escaló rápidamente a un enfrentamiento masivo. En cuestión de segundos, compañeros de equipo y miembros de los cuerpos técnicos se sumaron a la pelea.
En medio de la confusión y los golpes, un asistente del cuerpo técnico de Ferro de Realicó, quien aparentemente había sido expulsado durante el transcurso del partido, sufrió una descompensación grave. Según las primeras informaciones, este hombre habría ingresado al campo de juego durante la pelea y, en circunstancias que aún se investigan, cayó desplomado, requiriendo maniobras de RCP por parte de los presentes antes de ser trasladado de emergencia a un centro de salud.
«Había sangre en un montón de jugadores, fue una imagen terrible. A la persona que trasladaron le tuvieron que hacer RCP en la cancha», confirmó una fuente que se encontraba en el lugar.
