Una vez puede ser casualidad, dos ya es más que significativo y tres no admite dudas: el Atlético se ha convertido en el amo y señor de los derbis ligueros en el Santiago Bernabéu. Simeone pagó la novatada en su primera comparecencia ante el máximo rival en diciembre de 2012 -cayó 2-0 frente al Real Madrid de Mourinho-, pero ya no lo haría nunca más. Desde entonces, cada visita al coliseo blanco es una bendición para los rojiblancos.
De hecho, el Atlético se ha convertido en el primer equipo de la historia que encadena tres victorias consecutivas en el Bernabéu en la Liga. Tras 14 años doblando la rodilla cada vez que el eterno rival estaba enfrente, el Atlético del Cholo ha volteado totalmente la tendencia. Tanto, que la victoria de los rojiblancos se ha convertido en lo normal. «Tomamos con naturalidad el poder tener la posibilidad de ganar aquí», reconoció ayer el principal artífice del éxito.
«El fútbol es maravilloso. Y, al ser tan maravilloso, tiene esas situaciones que son poco explicativas hacia afuera. Es difícil transmitir lo que sienten mis jugadores cuando vienen a jugar aquí. Yo lo siento y lo percibo, más allá del resultado», añadió Simeone tras el triunfo de ayer.